Uno de los puntos débiles más notorios de los autores noveles está en el diseño y desarrollo de los personajes, una tarea a la que se suelen dedicar menos esfuerzos y recursos de los que serían necesarios. De un personaje no solo hay que saberlo todo, lo que permite al autor ofrecer su mejor versión en cada momento, sino que también hay que dotarlo de características que lo hagan creíble y, por lo tanto, cercano al lector.

Aquí van 5 estereotipejos que yo no invitaría a mi novela:

  1. Los perfectos perfectos y los perfectos imperfectos. Los personajes totalmente perfectos o totalmente imperfectos no existen ni siquiera en la vida real, pero en caso de que existieran no parecen unos buenos invitados en u5 estereotipejos que yo no invitaría a mi novela. 5 estereotipejos que yo no invitaría a mi novela es un artículo del escritor Víctor J. Sanz sobre técnicas narrativas.na novela, principalmente porque son perfectamente previsibles.
  2. Los perfectos capaces y los perfectos incapaces. Tanto los personajes que siempre son capaces de salir de cualquier apuro, como los que nunca son capaces de hacerlo, terminan cansando al lector, y lo hacen por la misma razón que los del primer grupo, porque son perfectamente previsibles.
  3. Los que aparecen de repente. Desde luego no invitaría a mi novela a un personaje que aparece como de la nada, sin el más mínimo antecedente en la historia, y que además resulta ser de suma importancia para el avance de la trama. No digamos ya si este personaje es un hermano gemelo del protagonista y del que el narrador no nos ha dejado saber nada hasta justo una línea antes de su aparición en el relato.
  4. Los que actúan sin motivo o lo hacen solo para justificar hechos posteriores de la trama, o para justificar al autor o a otros personajes. Incluso en historias de pretendida calidad se dan casos de personajes cuyo comportamiento solo se puede explicar por razones alejadas del gusto y de la calidad narrativa. Aun cuando se expliquen, se muestren o se den a entender, después de su intervención, cada acción de cada personaje tiene que estar plenamente justificada en la corriente narrativa.
  5. Los que son un calco de personas reales a las que el autor quiere rendir homenaje o a quienes el autor quisiera someter a un juicio popular. Es frecuente que los autores noveles incluyan en sus primeros trabajos a personas reales a las que, desde su punto de vista, el mundo no les ha hecho, para bien o para mal, justicia. Evidentemente, en una novela el autor no podrá dejar de rendir homenaje o de lanzar críticas a ciertas actitudes humanas, porque al fin y al cabo de eso mismo va todo esto, pero no parece razonable vehicular esas alabanzas o esas críticas a través de un solo personaje y menos aún si, por ese empeño, lo convertimos en protagonista de la historia muy por encima del resto de elementos del conjunto.

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5 estereotipejos que yo no invitaría a mi novela

© Víctor J. Sanz