(II) Errores comunes de los escritores noveles ►
Continuamos hoy con la lista de errores comunes de los escritores noveles que iniciáramos recientemente. Nadie debe alarmarse o avergonzarse si se ve identificado en uno o varios de los errores comentados en este análisis, pero sí debe alarmarse y avergonzarse si se ve identificado y no le nace de súbito un propósito de enmienda arrasador e irreversible que termine con un notorio progreso.
4) El inoportuno análisis de la actualidad. Hay casos en que, sin venir a cuento de la historia que se pretende tejer en torno a la atención y el interés del lector, el autor se ve en la obligación de colar en la narración el fruto de su más esforzado ingenio y capacidad de análisis. Incluir datos concretos o bocetos de proyectos de esquemas de borradores de concienzudos análisis políticos, económicos o de cualquier otro orden, que tan solo guardan una relación tangencial con el hilo principal de la historia, no es lo que el lector espera de una obra literaria, para eso ya tiene la prensa. Hay quien se empeña en ofrecer datos concretos, y hasta locales, como parte de su brillante argumentación. Esto es especialmente triste cuando el autor consigue retratarse o posicionarse ante el lector, superando con creces en protagonismo a la propia historia y a sus personajes principales. Considero un error gigante llevar a cabo el titánico esfuerzo de escribir una novela para fabricar poco más que el contenedor de una opinión política, y a veces, como digo, es poco más que eso lo que se fabrica.
Errores de escritores noveles. Error n.º 4: El inoportuno análisis de la actualidad. Clic para tuitear
5) «Entre comillas». Cuando el autor novel se ve en la duda de si su mensaje habrá llegado hasta el lector recurre a herramientas cuya utilidad confunde con su necesidad. La inseguridad puede llevarle a entrecomillar toda aquella palabra o expresión en la que haya depositado una supuestamente brillante segunda intención. Las comillas, según recomienda la RAE en su Panhispánico de Dudas, deben usarse para reproducir citas textuales, incluidas las integradas en un estilo indirecto; para dar a entender al lector que se trata de un pensamiento y no de un diálogo del personaje; para indicar que una palabra es impropia en ese contexto por un uso indebido por parte del personaje en cuestión, debido a una mala grafía o a una mala comprensión de su significado, la RAE cita como ejemplo el siguiente: dijo que la comida llevaba muchas «especies», pero incluso en casos así recomienda el uso de la cursiva en vez de las comillas. La RAE menciona algún otro caso, pero ninguno más relacionado con este uso abusivo de las comillas que, desde el punto de vista literario, puede llegar a constituir un menosprecio al lector a quien el autor ve la necesidad de explicarle los chistes haciendo aspavientos. Si tiene esa necesidad es porque el chiste no era bueno, porque lo que le ha contado no estaba a la altura.
Errores de escritores noveles. Error n.º 5: «'Entre comillas'». Clic para tuitear
6) Admira mi cultura literaria. Algunos autores noveles, quizás en un intento de dar a entender que se hayan en posesión de unos supuestos vastos conocimientos literarios, se dedican, página tras página, a citar nombres de autores de reconocido prestigio. Aparte de cierta petulancia, esto no sería sospechoso de nada más, salvo en aquellos casos en que el autor novel escribe incorrectamente los nombres de esos autores o de sus obras, lo que vendría a demostrar que, o bien realmente no los ha leído, o bien no ha comprobado cómo se escribe su nombre, o bien ambas cosas. En cualquier caso, tanto si los ha leído tal y como intenta hacer creer, como si no lo ha hecho, lo mínimo exigible al autor es que se documente antes de ofrecer contenido a sus lectores. Por otra parte, quiero llamar la atención sobre el hecho de que haber leído o no los autores o las obras citadas, no le confiere al autor novel, aunque él crea que sí, la capacidad creativa o la calidad literaria de aquellos.
Errores de escritores noveles. Error n.º 6: Admira mi cultura literaria. Clic para tuitear
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© Víctor J. Sanz
«Pienso de que se trata de un artículo muy oportuno dada la coyuntura política con unas elecciones a la vuelta de la esquina que acabarán con el «bipartidismo». Como escribió Séxpir cuando dejó el jamón a un lado: Hamlet (Ham let, dejar jamón, jajaja).»
Lo que acabo de escribir puede sonar a extraño, pero ocurre todos los días en algún lugar. Leer artículos como éste ayuda a corregir errores comunes a todo escritor novel. Yo cometo muchos menos desde que me he suscribido a este blog.
Víctor, bromas aparte, gran artículo, por lo que cuentas y por cómo lo cuentas.
Jajaja, gracias por tu visita, Paco.
Una aportación muy simpática y entregada.
Un abrazo.
Saludos,
Recién ayer he descubierto su blog, lo he leído hasta las tres de la madrugada y hoy lo he vuelto a buscar… Eso apunta a que voy a suscribirme.
Una duda: En la frase, «para dar a entender al lector que no se trata de un pensamiento y no de un diálogo del personaje.»
En este caso,sería dar a entender que es un pensamiento y NO un diálogo del personaje, porque siempre uso las comillas cuando un personaje «piensa». Favor aclararme porque ya me entró duda.
También creo que es más aconsejable el uso de cursiva en palabras no nativas del español, pero me pregunto cuánto deberíamos evitarlas, por ejemplo suelo sustituir las palabras meeting, briefing, por sus traducciones al español, pero hay palabras que no me acostumbro a cambiarlas como walking closet, black outs y lobby. ¿Que tanta censura se pueden poner con ese tipo de palabras o si es mejor traducirlas aunque no suenen tan «cool»?
Agradecida por sus consejos y enseñanzas, así como su futura respuesta.
Saludos, KMarce:
Muchas gracias por tu visita, tu comentario y tu corrección, efectivamente es tal y como dices, las comillas para los pensamientos y no para el diálogo, a menos que éste se narre en estilo indirecto, claro.
Esas expresiones que mencionas, y otras similares, suelen estar desaconsejadas por la RAE y la Fundéu, y en su lugar recomiendan el correspondiente término en castellano.
Ahora bien, lo que finalmente hagamos en cada caso dependerá también de otros factores, como por ejemplo si estamos hablando de un personaje o del narrador; o de si el contexto recomienda su uso o no. También dependerá de otras variables, como el género de la obra, la localización de la acción o la época en se desarrolla.
Y, más allá de todo esto, es el estilo del propio autor lo que determinará si su uso es razonable o no.
Espero haber ayudado con estos apuntes.
Muchas gracias de nuevo y nos vemos pronto por aquí.