Cuando un escritor está en pleno desarrollo de un relato, y especialmente si es largo, es bueno que se pregunte si sus personajes se están comportando como auténticos personajes inolvidables o si, por el contrario, se están comportando como unos auténticos estúpidos por quienes el lector no va a sentir ni el más mínimo aprecio ni el más mínimo odio.
A continuación, una lista de cinco cosas que yo no les permitiría a mis personajes:
- Que llevaran a cabo acciones sin una justificación adecuada, por más que esa justificación no esté a la vista del lector en el momento de llevarla a cabo. Toda acción tiene que tener su justificación, nadie hace nada porque sí, para todo existe una razón. Incluso una razón estúpida es mejor que ninguna razón.
- Que hablaran con un vocabulario mezcla de un lenguaje académico exquisito y jerga poligonera, por poner solo un ejemplo. Cada personaje tiene su forma particular de hablar, pero por el bien de la narración y por el bien del lector, es mejor tender a cierta coherencia en el vocabulario utilizado por los personajes.
- Que sacaran de un bolsillo cosas que no metieron antes ahí. Si el personaje va a necesitar un determinado objeto, artículo, herramienta o lo que quiera que sea, es conveniente que tenga justificación y lógica que lo lleve encima cuando lo vaya a necesitar.
- Que cuando hablasen con otros personajes les dieran pelos y señales de lo que han hecho o de lo que van a hacer solo para que el lector se entere. Y desde luego nunca permitiría que el personaje oyente fuera alguien que, por su posición, ya conociera lo que se le dice, o que el personaje que habla no tuviera ninguna razón (ni siquiera una estúpida) para contárselo.
- Que se convirtiera en portavoz del lector, y no solo hablando por él, sino haciéndolo mediante afirmaciones inamovibles e innegociables, con las que el lector se quedaría fuera de juego y probablemente se viera obligado a cambiar de lectura.
Si tus personajes presentan alguno de estos rasgos, te recomiendo que revises a fondo los pasajes donde han metido la pata y tomes el mando de tu narración.
Cinco cosas que no les permitiría a mis personajes
© Víctor J. Sanz
Brillante!!
Hola, Rafa:
Muchas gracias por tu visita y tu comentario.
Saludos.
Sublime Víctor, acabo de descubrir tu página y la verdad que será un recurso valiosísimo para mi modesta trayectoria como escritora y coach literaria. Te sigo de cerca 😉 ¡Un abrazo creativo!
Hola, Nuria:
Sé bienvenida entonces.
Un placer tenerte por aquí si tu pasión son también las letras.
Otro creativo abrazo de vuelta.
Saludos.