Por lo general, los escritores no tienen tantos amigos como enemigos. A menos, claro está, que estemos hablando de un escritor de éxito, que suele tener más amigos que enemigos, y más amigos de los que cabría suponerle en caso de que no hubiera sido alcanzado por el éxito.
Pero no hablaremos hoy de amigos físicos, sino de amigos en el sentido de ayudas de las que puede proveerse un escritor en el desempeño de su labor. Anteriormente hemos hecho un repaso escueto de 6 enemigos del escritor, hagamos ahora un repaso de 6 amigos del escritor.
Antes de empezar, es preciso advertir y recordar a quien siga creyendo en romanticismos, que la de escritor es una profesión demasiado idealizada por quienes no lo son.
1.- Persistencia y disciplina
El primer amigo que cabe mencionar, y sin el cuál los otros tal vez nunca vendrían, es la persistencia. Persisto luego escribo; el que persiste la consigue; escribo luego persisto; persisto luego existo y persisto luego éxito. Esta podría ser muy bien la secuencia lógica de los efectos positivos que tiene la persistencia en la vida y oficio de un escritor.
De la persistencia el escritor puede hacer su rutina, su camino, su forma de vida. Los éxitos no llegan solos, hay que ir a buscarlos y, las más de las veces, hay que ir a buscarlos bien lejos.
La persistencia ayuda a un escritor no solo a terminar una obra, incluso las que se enquistan, endurecen y resecan; sino que también le ayuda a mejorar una obra una vez terminada. La persistencia ayuda a un escritor en su búsqueda de la perfección, una búsqueda que no siempre tiene por qué terminar con la perfección absoluta, pero siempre con la perfección máxima a la que pueda aspirar la obra en curso dentro de sus posibilidades.
2..- Organización y disciplina
Otro gran amigo del escritor, suele ser la organización del trabajo. Entre las herramientas que ayudan a un escritor a organizar su trabajo podemos destacar, las fichas de los personajes o los esquemas narrativos.
La persistencia, la organización, el diccionario y la tijera son algunos de los mejores amigos del escritor.
Aunque esto no es compartido por algunos grandes escritores, como ocurre por ejemplo con Juan José Millás, convertido casi en un voyeur de su propia novela, cuando afirma que prefiere ir descubriendo la trama a medida que ocurre ante sus ojos. Creo que ese descubrimiento también puede hacerse durante la realización de los esquemas narrativos, ya que del mismo modo se va descubriendo la trama a medida que tiene lugar. Es cierto que luego, convertir ese esquema en una novela, puede perder un poco de interés, ya que conocemos la historia que vamos a narrar, pero ¿qué es sino narrar esa historia, el oficio del escritor?
3.- El diccionario y la disciplina
El diccionario o, mejor dicho, los diccionarios, deben ser una prenda de vestir más para el escritor. Del mismo modo que uno no suele salir a la calle sin ropa interior, tampoco debiera aventurarse a escribir sin un diccionario a mano. Resultan básicos el de la Real Academia, uno de sinónimos y antónimos; y ya, en segundo término, pero no por ello descartables, uno etimológico; uno de frases hechas; uno de giros y locuciones; uno de parentescos insólitos del lenguaje (*); uno de atentados contra el idioma español (*); uno de incorrecciones, particularidades y curiosidades del lenguaje (*); o incluso un diccionario inverso que permite la búsqueda de un término concreto a partir de alguna de las palabras contenidas en su definición, éste está disponible en la página web: www.dirae.es (acrónimo de Diccionario Inverso de la Real Academia). Aparte quedarán los temáticos que cada obra requiera, como los diccionarios de términos de arte, o de términos históricos, por ejemplo.
4.- El tiempo y la disciplina
El tiempo es un gran aliado del escritor, y no solo para la elaboración de los textos, sino también para su curación o envejecimiento. Un texto no debe ser revisado o corregido inmediatamente después de haberse terminado. Un texto requiere de tiempo y distancia, y más que el texto, es el propio autor quien lo requiere, ya que gracias a ellos, verá con otros ojos el texto que debe revisar y corregir. Después de ese tiempo, los frutos de la revisión/corrección son muy beneficiosos para el texto. Es casi imposible señalar un tiempo de reposo para un texto, pues depende de muchas variables, como el tema, la extensión, la finalidad, o la cercanía del propio autor con él, entre otras.
5.- La relectura en voz alta y la disciplina
Releer en voz alta una obra una vez terminada es una de las mejores maneras de revisar y corregir, entre otras cosas, los signos de puntuación, pero también la musicalidad del texto. El objetivo último de estas relecturas, pues es casi seguro que serán necesarias varias, es que el texto que hemos escrito diga lo que queríamos (o hemos empezado a querer) que dijera.
6.- La tijera y la disciplina
Acabaremos este repaso de amigos del escritor con otro de los grandes: la tijera. No hablamos de censura, no hablamos de economía o ahorro de caracteres, palabras, líneas, párrafos o páginas. Hablamos de concretar, sintetizar, casi se podría decir esquematizar la historia que estamos contando. Aquello que le es accesorio, probablemente le sobre. Lo que para ser dicho precisa de 2 líneas, no debe decirse en 5 líneas.
- Como resulta obvio, la disciplina es algo que no puede faltar en cualquier recuento de amigos del escritor. La disciplina lo es todo, pues sin disciplina el oficio de escritor se queda en afición y, a menos que ésa sea la meta a conseguir, se debe ser disciplinado. Decir que eres escritor no hará que lo seas, escribir sí.
(*) Estos diccionarios existen con ese mismo título
Me parece muy bien y acertado el recuento de amigos, aunque quizá se podría añadir uno: La pasión…
Si uno está escribiendo como una obligación penosa, o esperando que al final llegará un éxito clamoroso, me parece a mí que, por muchos amigos de estos que se tengan, no llegaremos a buen puerto.
El escribir, debe ser, en mi opinión, algo que nos apasione tanto, que estemos ansiosos por dejar cualquier otra cosa, como la comida, una visita social, etc. para ponernos a reanudar nuestra escritura, interrumpida quizá por obligaciones sociales o familiares.
Recordemos el caso de Emilio Salgari, que tenía que escribir, acuciado por su editor, que le había adelantado unas míseras monedas para su supervivencia y acabó por empujarle al suicidio…
Hola Enrique, muchas gracias por tu visita y tu comentario.
La pasión, ¡ay!, la pasión. La pasión es lo que habita al escritor, y lo desvela, y le obliga a llevar encima un cuaderno de notas…, la pasión.
Nada sin pasión.
Gracias y saludos.
Útil. Muy Útil. Puede un aspirante a escritor conocer estos «amigos», frecuentarlos y sacar provecho pero de todas formas estimula que al haberlos descubierto, supuestamente en solitario, recibe un estimulo extra. Al comprobar su aplicación casi «universal» el escritor en cierne descubre que forma parte de una comunidad de desconocidos cofrades. Feliz 2014, suyo Horacio.
Hola Horacio. Muchas gracias por su visita.
Interesante imagen la de «comunidad de desconocidos cofrades», sí, a veces es un poco así.
Saludos cordiales y bienvenido.
Hola Victor . Gracias por tus consejos . Veo que estoy aprendiendo . Otro tema «la humildad del escritor » Muchos compañeros se sienten heridos si se les corrige algo en sus escritos . Efectivamente son buenos pero se sienten humillados pronto si escuchan críticas negativas . ¿ Crees que eso es bueno o malo para un escritor ?
Hola Carmen, muchas gracias por tu visita y tu participación.
Hay un artículo sobre ese tema en este blog, puedes leerlo aquí: http://victorjsanz.es/el-ego-del-escritor/
Es cierto que hay escritores así, pero creo que cada uno tiene su escala de valores.
Yo creo que lo que ocurre es que si se trata de errores de bulto, el escritor se enfada consigo mismo, más que con quien descubre el fallo.
Cualquier crítica constructiva es un tesoro para el escritor, puede suponerle una mejora en su trabajo, incluso aunque no la lleve a la práctica. La opinión de los demás es fundamental, o ¿es que no buscamos la opinión de alguien nada más terminar de escribir algo?
Saludos y muchas gracias por tu visita.
Te espero de vuelta por aquí.
La señora disciplina no puede faltar, es verdad. Lo que ocurre es que no siempre resulta fácil sentarla a tu lado a trabajar según las circunstancias. En mi caso mi disciplina es no olvidar que es lo más importante y tenerla siempre presente, aunque los acontecimientos sean adversos al acto de la escritura. Muy interesante, como siempre. Gracias.
Ser parte del mundo que un está creando al escribir.Eres uno de ellos, por eso puedes relatarlo. Disfrutarlo.
Y estoy de acuerdo con Juan José Millás, me gusta descubrir la trama cada día pues pierdo el interés si me anticipo.
Gracias por tu visita y tu comentario, Frida.
A mí, personalmente me cuesta más ir al mismo ritmo que la historia, siento que no tengo el control y que, en cualquier momento puede dejar de ser interesante y requerir mucho esfuerzo para enderezar sin cambiar nada anterior.
Pero no descarto probar a escribir una historia siguiendo el método de Millás.
Saludos.
Hola Victor. Soy coordinadora de un taller de escritura y te comento que esos 6 amigos son los que trato constantemente que los integrantes descubran, los acepten y los lleven consigo siempre. No es fácil «hacerte una rutina». A veces me han dicho que esa rutina es algo fría, que donde queda la inspiración, la pasión y esas cosas.Es donde les digo que el escribir es un 70% trabajo y un 30% inspiración. Además comentarte que me pasa lo mismo que Millás, si me anticipo a la historia, pierdo interés, es como que ya la viví y me cuesta mucho evocarla a la hora de ponerme a escribirla; lo que hago últimamente es hacer un esbozo muy general de la anécdota, y me reservo los datos más jugosos para disfrutarlos mientras escribo. Un gran abrazo desde el sur montevideano.
Hola Mónica. Es curioso el efecto de rechazo —o casi— que produce el concepto de rutina en el trabajo del escritor, pero es que las historias no salen «solas» cuando uno se sienta, hay que trabajarlas de arriba abajo. Yo hago lo mismo que tú, un boceto general con lo más importante de la historia que luego utilizo de mapa-guía para trazar los pormenores de la trama.
Muchas gracias por participar.
Recibe un cordial saludo.
Supongo que es por mi poca experiencia en el mundo literario pero todo lo que tu, Víctor, listas como «amigos», para mí son herramientas. El diccionario, la disciplina, el tiempo,…hay momentos en que son mis aliados y otros mis enemigos más acérrimos. Aunque no me preocupa mucho qué etiqueta les pongamos, lo que sí interesa es tenerlos en cuenta en nuestra cruzada. Buena entrada, Víctor. Abrazo
Gracias por tu visita Carme.
Tu comentario ensancha este rincón de letras.
El hecho de llamarles «amigos» obedece más que nada al juego de palabras con respecto a otra entrada anterior de título «6 enemigos del escritor». El editor de una revista donde colaboro me retó, al publicar los «6 enemigos…», para que escribiera los «6 amigos…».
Ciertamente, la etiqueta poco importa, importa más el uso que hagamos de ellos y evitar ser usados por ellos.
Saludos.
Excelente, para aprendices encontrar estos buenos amigos es muy importante y argumentados así ya ni se diga, muy buenos los 6 amigo eso son los importantes enemigos fuera sino se marchitan los deseos de lograr un sueño, muy fructífera esta lectura
Hola Ana, muchas gracias por tu amable participación.
Me alegro de que la visita a este espacio pueda ser de utilidad para ti.
Te esperamos pronto.
Saludos y bienvenida.
Gracias por esos consejos de gran utilidad, lo aplicaré para mis proximos proyectos! 🙂
Hola Morela, me alegro de que el contenido de este espacio sea de utilidad para ti.
Bienvenida y muchas gracias por participar.
Te esperamos pronto.
Olá, Victor, foi um prazer ler seu texto. Há uns 30 anos, quando ainda era repórter no jornal Diário da Tarde, em Belo Horizonte, Brasil, entrevistei um escritor que havia ganhado um prêmio de literatura infanto-juvenil, Max de Figueiredo Portes. Lembro-me como se fosse hoje de uma de suas frases: a inspiração vem quando o escritor está aberto para ela. Com isso, defendeu a disciplina, o horário e a persistência em manter um ritmo de trabalho.
Veja como isso é fato, concnorda? Com esse ensinamento, procurei me dedicar a livros, não como vocés, grandes escritores, mas é somente como jornalista. Sou autora de mais de 40 livros, biográficos, iconográfico, filosóficos (introdução, coleções infanto-juvenis), de resgate da história universal e sobre doenças de VEICULAÇÃO hídrica.
No entanto, apesar de eu ser bastante disciplinada e dedicada, sinto que devemos acrescentar à lista um importante amigo: o agente literário. Eu ainda não o encontrei. E você?
ABRS, desejando-lhe muito sucesso, Dorinha Aguiar k
Olá, Dorinha, muito obrigado pelas suas palavras. Um agente pode fazer a diferença entre sucesso e fracasso. Eu não tenho um ainda, mas espero tê-lo em breve, estou em um grande momento criativo e eu estou rolando a bola para baixo da montanha …
Sinceramente, muito obrigado pela sua visita e seus comentários.