Historia interesante busca autor comprometido. Poneos guapos, ya vienen las ideas.

Son muchos los escritores que mantienen que son las historias las que los encuentran a ellos, y no al revés. Paul Auster o Mario Vargas Llosa son solo dos de ellos. Pero ¿tiene lógica pensar así?
Sin duda, para quien lo dice, tiene toda la lógica del mundo. Pero no creo que sea exactamente una forma de pensar. Creo que, más bien, es una forma de expresar cómo se da en cada uno el proceso creativo. El encuentro entre el escritor y su historia es una búsqueda mutua.
Al fin y al cabo, un escritor solo escribe aquellas historias en las que está interesado. Y solo se interesa por aquellas historias que mejor se presten a servir de marco para contar lo que verdaderamente le interesa. No es extraño, pues, que muchos escritores sientan como que es la historia la que los encuentra. Tal vez, los encuentre porque están en el camino de esa historia. Porque transitan esa misma senda, en busca, quizás, de esa misma historia con la que se topan.
Escritores noveles, sed valientes y salid a buscar vuestra historia Clic para tuitear
Quizás, para un autor novel, esta idea no sea más que filosofía de autor superventas. Para salir de dudas solo hay un camino: hacer la prueba. Noveles, sed valientes y salid a buscar vuestra historia o, si lo preferís, salid a que vuestra historia os encuentre. Salid a dejaros encontrar, a toparos con ella.

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Pero ¿cómo hacerse el encontradizo con la historia que deseamos escribir? El planteamiento es sencillo, aunque su ejecución no tiene por qué serlo. Para salirle al paso a tu historia, sumérgete en la lectura de historias que se le parezcan, documéntate en la época o los personajes o los hechos o lo que sea que quieras narrar. La historia estará esperándote. Y no pienses que encontrará a otro escritor antes que a ti; las historias eligen a su autor. Aunque no lo parezca, esto es así. Lo sabrás cuando al terminar de escribirla, el primer pensamiento que te venga sea: «De qué otro modo iba a ser, tenía que elegirme a mí».
Ningún otro escritor podrá escribirla como tú. Porque ningún otro sabrá entenderla como tú. Las historias que escribimos nos eligieron hace mucho tiempo, aunque tal vez ni ellas mismas sean conscientes de ello. Al fin y al cabo, ellas son solo historias.

¿Y a ti?, ¿te encuentran las historias o las encuentras tú?