Atendiendo varias peticiones, publico nuevamente este artículo, publicado originalmente en diciembre de 2013, y dedicado a las obligaciones de todo protagonista que se precie de serlo.
10 mandamientos del protagonista
Si los protagonistas de las narraciones de ficción tuvieran conciencia de sí mismos como entes individuales y además rigieran su vida por alguna religión parecida a la católica, estos podrían ser los 10 mandamientos del protagonista:
1.- Amarás tu pasado por encima de todas las cosas. Los personajes literarios deben tener un pasado, compuesto por experiencias y conocimientos, por costumbres y manías, por odios y amores…; y lo amarás por encima de todas las cosas ya que sobre él habrás de edificar tu presente y tu futuro en el relato.
2.- No utilizarás nombres rimbombantes en vano. No tendrás un nombre tan rimbombante como para que sea lo único que, al final, el lector recuerde de la narración; a menos, claro está, que ese nombre venga motivado por algo absolutamente imprescindible y sea inherente a la historia.
3.- Santificarás lo extraordinario. Los personajes vulgares, corrientes, comunes, carecen de atractivo e interés. Por ejemplo, un oficinista, un gris oficinista, no podrá ser nunca un buen protagonista a menos que lo sea por otro motivo distinto al de su profesión. Pongamos por caso, que le acontezca un suceso singular, único, extraordinario; o que desarrolle (o se descubra) un extraño y maravilloso superpoder. En tal caso, el gris oficinista no será protagonista de la narración por su condición de oficinista, sino por ese suceso singular que le ocurre o presencia o por ese superpoder extraño y maravilloso que desarrolla y, un buen día, se descubre. En consecuencia, serás extraordinario en algo, destacarás en alguna faceta, aunque esta sea la obtención de sangre humana por métodos ilegales y fatales.
4.- Honrarás tu lengua. Te ceñirás a tu forma habitual de hablar, no utilizarás expresiones impropias de tu condición e identidad. No utilizarás expresiones chirriantes en tu idioma materno y no utilizarás términos que ni siquiera tú entiendes.
5.- No morirás. No morirás en presencia del lector. Incluso aquellos protagonistas que vayan a ser ajusticiados, o que sean suicidas, morirán después de la palabra FIN. Permanecerás vivo en la memoria del lector, que te recordará así eternamente.
6.- No cometerás actos impropios. De forma valiente o cobarde, inteligente o estúpida, esperanzada o abatida, no importa el cómo, pero te enfrentarás con todas las consecuencias a las barreras que te ponga delante tu autor. Debes comprender que ése y no otro es el motor de la narración en la que vives, con independencia de si consigues superar los obstáculos o no. No cometas el acto impropio de rehuir tu destino.
7.- No robarás. No robarás ni ocultarás al lector información imprescindible para comprender tu historia.
8.- No tendrás falsos antecedentes. No te mostrarás cambiante, voluble o incoherente con los antecedentes que de ti va conociendo el lector.
9.- No consentirás acciones ni diálogos impropios. Harás en todo momento lo único que te quepa hacer, porque una sola es la acción y una sola es la palabra óptima que corresponde a cada momento. Analizarás todas las opciones, todas las posibilidades, y actuarás o hablarás, en consecuencia, de esa única manera propia de ti. No harás ninguna cosa que tú mismo no harías en tu misma circunstancia.
10.- No codiciarás los rasgos ajenos. No caerás en la tentación de imitar los gestos o comportamientos del resto de personajes, porque confundirás al lector. Te abstendrás de utilizar sus mismos ademanes de la misma manera, sus mismas reacciones del mismo modo y sus mismas palabras con la misma entonación.
Siguiendo estos sencillos mandamientos, es probable que el protagonista esté más cerca de llegar a convertirse en un gran e inolvidable protagonista.
10 mandamientos del protagonista
© Víctor J. Sanz
Tuve la suerte de hablar con una guionista sueca de cine sobre el tema de los personajes. Algo muy interesante que me comentó es que ella hacía lo que llamaba en sueco «una biblia» de cada personaje. Esta consistía en una descripción a fondo del personaje, su pasado, sus gustos, los sabores que le gustaban etc. Aunque sólo fuera un personaje secundario, si tiene todo una vida fuera de la obra se desenvolverán de manera más natural en la obra.
Me ha gustado el artículo.
¡Un saludo Victor!
Así es Sony. Hacer esa biblia de los personajes no es que sea solo recomendable, es que resulta obligatorio para alcanzar unos mínimos de calidad en tus personajes. En el mercado hay muchos títulos sobre el tema, hay incluso distintas lista de «preguntas a un personaje» para ayudar a escritores noveles a diseñar los suyos.
Muchas gracias por tu visita y por tu participación.
Saludos.
Interesante e imaginativo modo de exponer lo imprescindible para que un personaje lo sea con todos sus elementos necesarios. Gracias, saludos y ¡Felices Fiestas!
Hola Josefa, muchas gracias por tu puntual visita y tu amable comentario.
Feliz 2014
Muy interesante. Gracias por contribuir con estos consejos a una mejor construcción de personajes. Dotarles de solidez es lo importante y no sólo de algunos detalles característicos en un intento por hacerlos únicos, ya que éstos quedarán, por decirlo así, como meros adjetivos y no como indicadores de personalidad alguna.
Saludos cordiales a todos.
Hola Rafael, muchas gracias por tu visita y por tu participación en este rincón.
Saludos cordiales.
¡Verdades como templos! Sobretodo los mandamientos relacionados con la congruencia interna del prota. Genial 🙂
Hola, Ángel
Gracias por tu visita y tu comentario.
Saludos.
Buena idea recordar este gran artículo. Abres la mente del escritor novel como se abre un libro con un bolígrafo en la mano al modo en que Moisés (¿Arteaga?) abrió el Mar Rojo con su cayado arrugado. O eso comentan, yo no estaba. Voy a ver si ya termino lo mío…
Un abrazo.
Hola, Paco, me encantan tus visitas y tus comentarios, son la salsa de este guiso de la cocina de la escritura.
Un abrazo,
y suerte con lo tuyo
George RR Martin se caga en el mandamiento 5.
Hola, rogerdv, muchas gracias por la visita y por el comentario.
Efectivamente, parece que George RR Martin se caga en el 5º, pero siempre cabe pensar que los protagonistas son los que quedan, ¿no?, al fin y al cabo, en toda historia que abarca tantos años, es normal que haya muertes y desapariciones más o menos explicadas. Si los padres no mueren, ¿qué será de los hijos?
Saludos
Cierto. Pero al paso que vamos, solo sabremos quiénes son los protagonistas al final del sétimo libro!