5 clichés que no utilizaría en mi novela

Muchas novelas están plagadas de clichés, de lugares comunes que se repiten de unas a otras sin apenas cambios. Muchos autores deben pensar que, si a otros les funciona, por qué a ellos no iba a funcionarles, y llegados a ese punto no intentan explicar con sus propias palabras lo que van a repetir, sino que lo copian y lo pegan en su novela y luego suspiran satisfechos por el trabajo no realizado.

Si utilizas clichés, procura que no lo parezcan. Estos son 5 clichés que no utilizaría en mi novela: Clic para tuitear

  1. Los personajes que obedecen ciegamente a fuerzas superiores y desconocidas. Cuando hay una notoria falta de imaginación o una seria carencia en la planificación de la novela, algunos autores, para justificar ciertas acciones de sus personajes solo porque son necesarias para el desarrollo del relato, hacen ver al lector que sus personajes actúan como lo hacen porque obedecen a una fuerza desconocida e inexplicable, pero a la que se someten igualmente.
  2. Los villanos que sienten la necesidad de explicar sus planes. Es un cliché muy antiguo pero que, por desgracia, sigue estando presente en algunas obras. Cuando el autor de un relato da a conocer a su lector todos los detalles de los planes de su villano es por uno de estos dos motivos, o bien porque está tremendamente orgulloso de su invención y su presunción es más poderosa que su vergüenza, o bien porque no ha dispuesto la estructura narrativa suficiente como para que esa explicación no sea necesaria. En cualquiera de los dos casos tiene trabajo por delante.
  3. Los personajes femeninos que toleran las actitudes machistas solo porque provengan de personajes masculinos atractivos. Una actitud machista, actitud machista se queda aunque se vista de seda. Actitudes que ese mismo personaje femenino calificaría como machismo o como acoso sexual si vinieran de un personaje masculino poco agraciado, son toleradas y hasta deseadas si vienen de un personaje masculino atractivo. Este tipo de personajes femeninos son denigrantes para todas las mujeres. No es que no deban diseñarse personajes femeninos así, pero sí sería bueno que no salieran de los objetivos educativos y formativos sobre lo que es y lo que no es denigrante para las mujeres.
  4. 5 clichés que no utilizaría en mi novelaEl rebaño obediente. En algunos relatos se pintan grupos humanos que solo lo son en apariencia, ya que psicológicamente le llevan poca ventaja a un rebaño de ovejas. Cualquier personaje con un poco de personalidad que levante la voz y la dirija hacia ese rebaño obtendrá de inmediato su apoyo incondicional, y esto se da indistintamente tanto en personajes con buenas como con malas intenciones. La masa, el rebaño que obedece y jalea las palabras del eventual líder, carece totalmente de criterio. Estoy de acuerdo con lo que decía Goethe: «La multitud no envejece ni adquiere sabiduría: siempre permanece en la infancia». Pero ¿no es hora ya de que esa multitud madure un poquito?
  5. Solo era un sueño.  Considero una falta de respeto al lector tenerle mordiéndose las uñas durante páginas y páginas para, al final del capítulo (o lo que es peor, al final del libro), dejarse caer con que todo era un sueño. Es este un lugar común demasiado frecuentado al que no es conveniente llevar al lector.

Como todo en narrativa, esto de los clichés también es subjetivo, y estoy seguro de que estos y otros clichés podrían seguir usándose sin grandes problemas si los autores se tomaran la molestia de poner un poco de su parte, contándolos a su manera y no a la manera en que ya los contaron otros muchos antes que ellos.

El tema de este artículo fue propuesto por Cris Mandarica. Gracias, Cris.

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5 clichés que no utilizaría en mi novela

© Víctor J. Sanz