¿A cuántos escritores habéis visto anunciar su novela en los siguientes términos?
UN TREPIDANTE THRILLER QUE TE DEJARÁ SIN ALIENTO

En estos mismos términos o en cualquiera de sus variaciones, incluyendo la especificación de «histórico» o de «psicológico», o de «romántico», entre otras.

Si copian de otros lo que tienen que decir de su propia obra, no me imagino cómo será de original (o de trepidante) el texto. De momento, el aliento que me quita es el que me hubiera empujado a comprar su novela.
Para distinguirse de otros, repetir lo mismo que dicen esos otros no se ve como una alternativa segura. Es el riesgo de trabajar con palabras y fórmulas desgastadas por el uso masivo y abusivo, que vaya usted a saber qué significado han tomado ya en la mente de cada lector. Lo que inicialmente significaba «trepidante«, hoy se ha asentado en la mente del lector como sinónimo de muy distintos relatos, los cuales participarán en muy distinta medida de ese significado inicial. De esta manera, hemos pasado a modificar el significado de este término en el subconsciente colectivo, al que deberíamos comenzar a llamar, acaso más acertadamente, «inconsciente colectivo» ya que está formado por un colectivo de inconscientes que no son conscientes de las consecuencias de su elección de palabras y expresiones cuando de vender se trata.
 Una trepidante publicidad plagiada que te dejará sin ganas de comprar la novela
Si a esto añadimos que a algunos de esos escritor@s no les tiembla absolutamente nada el pulso cuando utilizan fotografías, probablemente sin derecho a hacerlo, de actores y actrices famosos para promocionar su obra, podremos empezar a entender el escaso respeto que tienen por el lector, acaso solo respeten una o dos cosas de él: su dinero y sus alabanzas.
La promoción de una obra hoy en día, cuando el mercado está saturado de títulos y de autores, exige algo más de esfuerzo y algo más de respeto para con la inteligencia del lector.
Por supuesto, no se trata de no volver a usar en la vida los términos «thriller», «trepidante» o «aliento», sino que se trata de no repetir la misma fórmula. Di lo mismo, pero dilo a tu manera, con tus palabras, con tu estilo, sobre tu obra; y no a la manera en que lo dijeron otros, con sus palabras, su estilo y sobre su obra.
Distínguete del resto, empieza por respetar al lector.

Una trepidante publicidad plagiada que te dejará sin ganas de comprar la novela

Víctor J. Sanz