En este artículo vamos a aprender a escribir correctamente las acotaciones de los diálogos en narrativa.

Las acotaciones en narrativa

En narrativa, las acotaciones no son un asunto menor que haya que dejar al libre albedrío e interpretación del lector. Al contrario de lo que muchos escritores noveles parecen tener por bueno, las acotaciones están sujetas a unas normas y a una estructura muy clara y muy sencilla.

Según la Real Academia de la Lengua, en narrativa, las intervenciones de cada uno de los personajes deben ir normalmente en líneas distintas y precedidos de una raya o guion largo (—). Además, nos recuerda que no debe dejarse espacio entre este guion largo o raya y la primera palabra del diálogo que introduce, aunque el diálogo comience con un signo de exclamación o de interrogación (algo que Word todavía no domina y marca como un error 😉).

En lo que se refiere a las acotaciones (esas indicaciones que hace el autor para comentar, precisar o matizar las intervenciones de los personajes), la RAE indica lo siguiente: «Se escriben dos rayas, una de apertura y otra de cierre, cuando las palabras del narrador interrumpen la intervención del personaje y esta continúa inmediatamente después». Por lo que la raya de cierre no será necesaria si tras la acotación del narrador no prosigue el diálogo del personaje.

Cuando la intervención del narrador vaya introducida por un verbo de habla o eventualmente asimilable (dijo, comentó, explicó, intervino, sentenció, protestó, tronó, ladró…), debe iniciarse en minúscula aunque el diálogo que le precede termine con un signo de puntuación que tenga valor de punto, como el signo de cierre de interrogación o de exclamación.

Vale decir, para quienes todavía tienen dudas sobre ello, que no todos los verbos que parecen de habla lo son. No son verbos de habla llorar, reír, gemir, gimotear, sonreír y otros similares; por lo que una acotación que comience con cualquiera de ellos debe comenzar con mayúscula.

Y añade la RAE: «Si la intervención del personaje continúa tras las palabras del narrador, el signo de puntuación que corresponda al enunciado interrumpido se debe colocar tras la raya que cierra el inciso del narrador».

En el caso de que la intervención del narrador no venga introducida por un verbo de habla, el diálogo del personaje se cerrará con punto, por lo que el inciso del narrador comenzará necesariamente con mayúscula. Dice la RAE: «Si tras el comentario del narrador continúa el parlamento del personaje, el punto que marca el fin del inciso narrativo se escribe tras la raya de cierre», es decir, y tomadlo como regla nemotécnica: «raya y punto».

Regla nemotécnica para no olvidar dónde se coloca el punto: raya y punto. Clic para tuitear

Por último, para aquellos casos en que tras el inciso del narrador deban seguir dos puntos, explica la RAE: «… estos se escriben también tras la raya de cierre».

En esta imagen se pueden apreciar los casos más comunes de las acotaciones en narrativa:

Las acotaciones en narrativa. Fragmento de "El médico", de Noah Gordon. Las acotaciones en narrativa.

Fragmento de «El médico», de Noah Gordon

En (1) tenemos una acotación del narrador que viene tras un signo de cierre de interrogación pero se escribe con minúscula inicial por venir introducido por un verbo de habla o que, en cualquier caso, matiza la forma de esa habla.

En (2) tenemos el punto de cierre que corresponde a la frase previa a la acotación (introducida por un verbo de habla), tras la propia acotación.

En (3) tenemos un inciso del narrador introducido por un verbo que no es de habla, por lo que la frase previa se cierra con punto y el inciso comienza con mayúscula.

En (4) tenemos el punto tras el guion de cierre de la acotación («guion y punto»)

 
Para saber más, consultad el manual definitivo para escribir las acotaciones correctamente.

Las acotaciones en narrativa
Víctor J. Sanz